José Asunción Silva falleció a la temprana edad de 31 años en 1896 de un disparo de su viejo revólver Smith & Wesson, después de haber padecido durante los últimos años de su vida la incomprensión de sus contemporáneos. Más conocido como poeta, dejó sin embargo en su única novela, “De sobremesa” publicada póstumamente en 1925, un legado que haría que se le considerase uno de los precursores del modernismo en Sudamérica. La novela se encuentra inspirada en el viaje a Europa que realizó Silva y que lo formaría literariamente y como hombre; a través de sus páginas se respira el espíritu decadente del fin de siglo, y desfilan las lecturas y opiniones del autor sobre la literatura, la vida y la muerte. “El problema de la muerte no tiene solución. Tampoco la tiene el problema de la vida”.
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